jueves, 29 de enero de 2015

La elección de los padrinos

Nuestros hijos no solo son muy deseados por sus padres sino también por toda la familia y amigos, que están tan impacientes por su llegada como nosotros.

Esta circunstancia nos hace enormemente felices y aunque nos complicaba la elección de los padrinos, teníamos que ser consecuentes con la decisión que supone bautizar.

El bautismos es el primero de los sacramentos de la Iglesia Católica, por lo que teníamos muy claro que los padrinos tenían que ser creyentes. Decidimos desde el principio descartar a los abuelos y tíos, pues cuidarán de ellos con independencia de no ser padrinos así que nos decantamos por los amigos.

En nuestro viaje de asignación tomamos la decisión, siempre teniendo en cuenta que nuestros hijos requerirán un plus de esfuerzo y comprensión tanto en su adaptación a la familia como en esa época tan complicada para todo el mundo como es la adolescencia.

Los padrinos de Anna: Joaquín y Carmina

Joaquin es amigo de Francisco desde la infancia, fue uno de nuestros testigo de boda y compartirá con nuestros hijos el ser adoptado, así que estoy convencida que ayudará a ambos en momentos complicados, que seguro que se darán. El conoce de primera mano las dudas y los miedos que le puedan surgir. Y desde luego que con el no les faltarán las risas.

Carmina, la conocimos más tarde y si existe un complemento perfecto para Joaquin es ella, así que desde que nos dijeron que se casaban, tuvimos claro la propuesta, la cual aceptaron encantadiiiiisimos.  Carmina desde hace más de un año está con su madre haciendo novenas para que nuestros hijos estén bien y puedan venir lo antes posible y ya se ve con su ahijada de compras jaja

Los padrinos de Francisco Vladimir: Antonio y María

Si algo tengo claro es que mucho no es sinónimo de calidad y esto es lo que sucede con María y Antonio, a los cuales conocimos no hace muchos años pero que sin embargo saltó la chispa, pues compartimos una forma parecida de ver la vida, al menos en los aspectos que para nosotros son importantes.

Francisco fue compañero de trabajo de Antonio y de ahí surgió la amistad. Antonio es una de las personas más educada y servicial que conocemos y eso dentro de otras muchas más cualidades, como la prudencia, el sacrificio ... María, además de ser maestra y conocer muy bien las necesidades de los niños, es mamá de dos soles de niñas a las que no para de hablar de sus nuevos amiguitos. Maria envía unos mensajes de ánimo preciosos capaces de parar la montaña rusa de la adopción y ha hecho que toda su familia, a la que no conocemos personalmente este viviendo de primera mano todo el proceso.

Los amigos 

Tenemos amigos que serán parte no sólo importante sino fundamental de la vida de nuestros hijos porque ya lo son para sus padres, así que no me quería olvidar de ellos y cuando mis hijos puedan leer este blog, sabrán que así es.
Merchi, una de mis mejores amigas y ya está loca loca por mis hijos. Pablo, con sus teorías jaja pero con reflexiones profundas que siempre te hacen pensar. Rafa, el cocinillas, le preparará los mejores arroces (y de camino a sus padres, eh Rafa?) y solo le dejará ver dibujos en inglés. Ana y su disciplina, aunque ya tiene debilidad por ellos. Martín, Ana y Anita que están loco por conocerlos y que al ser padres entienden perfectamente nuestra angustia por estar separados.

La familia

Si hay algo que nos caracteriza a Francisco y a mí es lo familieros que somos y es extensible a toda la familia. Este hecho fue los que desde un primer momento nos hizo decidirnos por un grupo de hermanos, pues ambos comprendemos lo importante que es contar con ellos. Aprendes a compartir, te apoyas en los momentos difíciles y hasta las riñas son importantes. Además en el caso de mis hijos, cuando se miren podrán ver parte de Rusia y de sus orígenes en los ojos del otro.

De los abuelos que decir, que están como locos, no ven el momento de conocerlos y por supuesto mención especial para la persona que más nos apoyó y más claro lo vio, junto con nosotros, cuando decidimos adoptar,mi  madre.

martes, 27 de enero de 2015

Y mientras la vida sigue ...

Hoy esperábamos ansiosos noticias de nuestra ECAI, nos dijeron que la semana del 19 de Enero presentarían 5 expedientes para su registro en el juzgado, sin embargo no los han admitidos. Desde el mes de Octubre no consiguen registrar ningún expediente, así que todo está parado, no se si en Rusia en general o en nuestra región en particular, no se si está ocurriendo lo mismo con todas las ECAIS o con la nuestra nada más. Lo cierto es que mientras la burocracia lo paraliza todo la vida de nuestros hijos sigue, pero sigue a medias, sin recibir lo que cualquier niño se merece, que es una familia que se preocupe por ellos de una forma plena.

Ya se que solo tenemos una alternativa, la paciencia, pero esta a veces pasa por horas bajas y lo más frustrante de todo es la imposibilidad de hacer algo.

Vivimos con un miedo constante por todas las circunstancias que rodean a Rusia, circunstancias que a priori parece que no están relacionadas con la adopción pero que sin embargo influyen en las decisiones de un país. A veces pienso que nos hemos vuelto unas personas egoístas, nuestra prioridad es que se resuelva este proceso y podamos reunirnos con ellos. No obstante, otras veces creo que es nuestra obligación de padre la que nos hace ser así, que es el compromiso que hemos adquirido con nuestros hijos desde el instante que decidimos ser padres ¿o acaso no es obligación de los padres velar por sus hijos?

Aunque desde el primer instante nos repiten que no serán nuestros hijos hasta que la sentencia sea firme, lo siento, pero el corazón no funciona así, nosotros ya los sentimos como hijos, los añoramos como tales y ya dedicamos nuestras vidas a pensar en todo lo que podremos hacer para que tenga una vida sana, física y emocionalmente.

Lo más curioso de esto, al menos lo que nuestra experiencia nos enseñó, es que las personas que cuidan directamente de los niños saben sus necesidades reales y están deseosas de encontrarles una familia a cada uno. Cuando menciono a las personas que los cuidan hago alusión a todo el personal de la casa cuna, desde las cuidadoras a la directora, pasando por psicólogas, pediatras, pedagogas... Ellas comprenden la necesidad de que cada niño encuentre la protección de una familia, porque ellas mejor que nadie conocen las limitaciones de una institución.

Ante esta situación solo nos queda encomendarnos a Dios para que nos provea de la paz necesaria e ilumine a las personas que tienen que tomar decisiones.






lunes, 26 de enero de 2015

La adopción: una montaña rusa de sentimientos

Esta expresión la escuche por primera vez en la charla informativa de la Delegación y desde ese momento se ha repetido constantemente en todas las formaciones que hemos realizado y en algunos de los muchos blogs que sigo sobre la adopción.

Comprendo que desde fuera dicha expresión parezca exagerada, porque a decir verdad a mí las primeras veces también me lo parecía, yo pensaba "hemos empezado este proceso por voluntad propia a pesar de lo crudo que nos lo describieron, así que estamos preparado para soportar lo venga y no nos cogerá por sorpresa". Ahora me doy cuenta lo ilusa que era, ahora conozco la presión que supone levantarte cada día preguntándote ¿será hoy el día que recibamos la llamada?.

Hasta un simple correo o llamada indicando que no hay nuevas noticias es motivo de aliento, suficiente para coger fuerzas durante otra temporada, vuelves a posicionarte en el camino y hace que veas más cerca el reunirte con tus hijos.

Dentro de esta montaña rusa que supone un proceso de adopción, pienso que hay dos niveles, el de antes de la asignación y otro muy potente, en el que te subes cuando conoces a tus hijos y del que es imposible bajar. En el viaje de asignación se encuentran y conviven dos sentimientos muy fuertes, la inmensa alegría por conocer a tus hijos y la extrema tristeza por volverte sin ellos.

Estando en el aeropuerto durante el viaje de vuelta ya me albergaba un sentimiento de vacío, ya echaba de menos a mis dos tesoros, sabía que empezaba el recorrido más duro, la pendiente más alta pero jamás pensamos que sería tan difícil de llevar.

Hace unas semanas la ECAI nos envió el informe médico de 2014 de Anna. Recibes el correo y comienza la cuesta arriba de la montaña, el subidón, por fin alguna noticia y la imaginación empieza a volar y piensas ¿significará que la fecha del juicio se acerca?. Después empiezas a leer el informe y te tranquilizas porque no hay nada de gravedad pero luego llegas a un párrafo donde explican que hace 6 meses estuvo más de un mes ingresada en el hospital y comienza la bajada en picado de la montaña, ¡más de un mes en el hospital! ¿alguien se puede imaginar la sensación que se siente al saber que tu hija estuvo en el hospital y no contaba con la presencia de sus padres para poder acompañarla y cuidarla?, desde que recibí ese correo no dejo de pensar en lo que yo hacía por aquellos días, en sufrir al pensar que estaba aquí tranquilamente mientras ella estaba en el hospital.

Se agradecen enormemente las muestras de ánimo, los esfuerzos de familia y amigos por hacer más fácil el camino, pero ya estamos en ese punto en el que solo nos puede consolar reunirnos con nuestros hijos.

Y mientras rezamos para que sean felices, para que no se sientan abandonados por esas dos personas que los visitaron, llevaron regalos y abrazaron durante tres días e incluso pedimos que nos hayan olvidado si es lo mejor para ellos, porque ya recompondremos esta historia cuando volvamos a encontrarnos y entonces lo haremos juntos, los cuatro, sin distancia de por medio.








  

viernes, 23 de enero de 2015

Miércoles 30 de Junio: un día agridulce

Nos levantábamos el  miércoles con los mismo planes del día anterior, doble visita y a darlo todo con nuestros pequeños.

La llegada se produjo igual que los días anteriores, primero Francisco Vladimir y después Anna, pero este día ya llegaron mucho más relajados y tranquilos. Es imposible borrar la imagen de la llegada de Anna, con un vestido rosa con flores de un tono más fuerte y unos encajes, ella encantadísima de su modelo super rosa, tanto que nos deleitó cantando y bailando, para lucir bien sus mejores galas.

Ese día Anna nos mostró tanto su faceta más artística como la más irreflexiva, Anna en estado puro, lo cual nos hace pensar que ya se encontraba cómoda con nosotros para mostrarse natural y tener un par de berrinches propios de su edad.

Cuando llevábamos un rato jugando con ellos, nos indicaron que la directora de la casa cuna quería hablar con nosotros, ya que había estado fuera y no pudo estar en la reunión del primer día, cuando la psicóloga, pediatras y cuidadoras nos habían dado el historial de los pequeños. Era una señora joven, muy amable y que hablaba con gran conocimiento de sus niños. Nos dijo que se alegraba que fuéramos una pareja joven porque nuestros hijos demandarían mucha vitalidad y nos dio varios y muy buenos consejos sobre la adaptación de los niños una vez en España. Nos hizo una reflexión muy profunda acerca de la personalidad de los niños institucionalizados y le estamos enormemente agradecidos de la franqueza con la que nos habló en todo momento. Cada información recibida nos será de ayuda en su educación.

Como el resto de días Francisco Vladimir seguía tranquilo, demandando caricias y besos de sus recién conocidos papis, no lo podíamos creer, Francisco me decía que era imposible ser más tranquilo y que agradecía que no supiera español, pues yo en cada abrazo le decía que me lo iba a comer y claro, el pobre iba a pensar que su madre era una caníbal jaja.

Ese día nos permitieron que la mañana de juego se alargará y estando jugando con Anna en el suelo pidió que me levantará y la cogiese en mis brazos para después darme un beso ¡casi me desmayo!, luego me cogió de la mano y nos sacó al pasillo, guiándonos hasta una puerta, pero al frenarnos y no acceder a su petición (cosa que nos hubiese encantado pero que no estaba permitido) se cogió su segunda pataleta. Después de tranquilizarla ya nos dijeron que era la hora de que los pequeños almorzaran y descansaran.

Cuando íbamos de camino hacia el hotel, preguntamos a Nadia a que hora nos recogería Irina para volver por la tarde y nos dijo que ya no volvíamos más. Imaginaros nuestras caras, ni siquiera nos habíamos despedido bien de nuestros pequeños. ¿Sería ese el motivo de esas muestra finales de cariño de Anna y la insistencia por llevarnos a lo que intuimos que era su habitación?, me encanta pensar que intentaba decirme que recogiésemos sus cosas para venir con nosotros y a la vez se nos parte el alma pensar que aun sin saber lo que le espera fuera de allí está deseando conocerlo, nuestra hija es una valiente.  

Nos sentamos a la mesa Nadia, Francisco y yo, intentando ambos contener lo que era inevitable, fue imposible no ponernos a llorar, a pesar de que nos consolaba pensar que quizás era lo mejor para ellos, que de este modo le evitábamos un mal rato.

Por la tarde quedamos con Irina y Nadia para firmar una documentación y por primera vez vimos un documento con sus nombres y nuestros apellidos, a pesar de ello no se nos quitó el nudo del estomago, ese que llevamos desde aquel día.




jueves, 22 de enero de 2015

Segundo día: mañana y tarde con nuestro peques

Después de la primera visita llegamos al hotel y quedamos para almorzar con Nadia, nuestra acompañante. Aunque estábamos agotados se nos hacia difícil conciliar el sueño, cuando llegamos empezamos a enviar fotos a la familia, queríamos que cuando despertaran lo primero que vieran fuera a los nuevos integrantes de la familia ¡que felicidad!
Durante la noche la conciliación del sueño tampoco mejoro mucho, el jet lag, los nervios y alguna amiga despistada con nuestra hora en Chitá (eh Mercedes?) jaja no nos dejo dormir mucho, pero no importaba, solo queríamos que amaneciera y por fin salía el sol de nuevo.

Era increíble y los nervios no minoraban, queríamos ver su reacción el segundo día, como actuarían al vernos por segunda vez.

Volvieron a llegar por separado, al igual que el día anterior, Francisco Vladimir (Nuestro pequeño Vova, que es como le llaman) llegó tímidamente, pero en un minuto ya estaba listo para dedicarnos toda su dulzura, creo que jamás conocimos a nadie que hiciera tanta gala de su nombre, nuestro príncipe de la paz.

Anna llegó de nuevo con paso firme, con una bolsa rosa de Minnie que el día antes habíamos dado con unos regalos, colgada en su brazo (era increíble su fascinación por las bolsa que contenían los regalos, casi más que los regalos en sí). Aunque su actitud era similar a la del día anterior, primero observar y luego actuar, es cierto que le costo menos tiempo acercarse a jugar. Fue fundamental en su cambio hacia nosotros, que Nadia, nuestra acompañante, le dijese que la llevaríamos a España a vivir con nosotros. Fue algo increíble, porque no creo que alcanzara a comprender todo lo que le explicaba, sin embargo después de eso me abrazó y me dijo мама, imaginaros mi cara, la madre más orgullosa, y a partir de ahí ya fuimos папа (papa) y мама (mama).

Durante esa mañana, todo nuestro esfuerzo era hacer que Anna y Vova jugaran juntos, tarea complicada teniendo en cuenta que Anna es la persona más independiente que hemos conocido y que su juego preferido con su hermano era acercarse para llamarle la atención a modo de regañina. Auguro una relación de complicidad entre ella y su tía Isabel, la cual goza del mismo carácter.

El momento más divertido de la mañana fue cuando les dimos unas camisetas con una foto de los cuatros (la cual no dudaron en ponerse en el instante) y los cojines con las fotos de nosotros dos. Fue divertidísimo cuando ambos los cogieron y se tumbaron en el suelo simulando que dormían.

Antes de darnos cuenta llegó la hora de su comida y nos tocaba despedirnos hasta la tarde.

Por la tarde nos dejaron jugar con ellos en el exterior, lo que nos permitiría pasear y dejar que corriesen un poco. Ese encuentro fue muy entrañable, cuando Vova se acercó a mí, me tiró sus brazos para que le cogiese, ¡que sensación!, ya empezaba a reconocerme.

Esa misma tarde, nos dimos cuenta que debemos estar muy en forma para su llegada, porque terminamos rendidos, Francisco me dijo cuando llegamos al hotel, "creo que nunca he estado tan agotado". Bendito cansancio.






lunes, 19 de enero de 2015

El Encuentro

Uff la verdad es que describir ese momento me resulta complicadísimo, porque creo que no hay palabras que alcancen a embarcar tantos sentimientos, pero bueno hay que intentarlo.
Como explicaba en mi anterior entrada, 30 minutos de vértigo y de nuevo al coche. Durante todo el trayecto agarraba la mano de Francisco, que casi le dejo mis dedos tatuados de tanto como le apretaba, nos mirábamos y solo nos salía una risa nerviosa de complicidad, nos parecía increíble estar viviendo ese momento y que nos dirigíamos a conocer a nuestros hijos.
Cuando llegamos a la casa cuna, no pudo ser más grata la primera imagen, jamás la olvidaremos, el edificio estaba rodeado de un parque infantil y de arboles, ¿estaba dentro de un bosque? Era precioso y el edificio aunque tenía sus años estaba perfectamente cuidado y decorado con muchísima calidez.







Cuando entramos nos dieron unas bolsas de plásticos para los zapatos y nos subieron a una habitación con una mesa de despacho y muchos juguetes, entendimos que era la oficina de la psicóloga. Lo que más me había impresionado desde que aterrizamos, lo rápido que era todo, me esperaba mucho más protocolo, por lo que era una grata sorpresa.
No llevábamos ni unos minutos allí y apareció una señora con nuestro príncipe de la mano, pero que bonito era y que mirada tan dulce, entró un poco asustado y escondiéndose detrás de su cuidadora (cosa que una vez llegado al hotel valoramos muy positivamente, es lógico que pida protección a la persona que lo ha cuidado siempre). Bastó que sacáramos unos cochecitos de juguetes para que se acercara a su padre y empezara a jugar con él, que sensación, aun no lo habíamos asimilado y escuchamos el paso firme de nuestra pequeña (no lo he dicho antes Francisco Vladimir aun no tenía 2 años, los cumplió en Agosto y Anna había cumplido 3 en Marzo). Era Anna, es como un pequeño soldado, tal como nos la habían descrito, con carácter y confianza en ella misma. Entró hasta el final de la habitación y comenzó a observarnos, pero nada de acercarse. En ese mismo instante entendí que era ella quien nos tenía que adoptar.
Me acerque para darle una muñeca, la cual cogió sin mirarme y se retiró, pero entonces pasó algo, otra niña entró corriendo en la habitación y me abrazó (más tarde nos explicaron que esa niña ya había conocido a sus papas, así que al oírme hablar relacionó el idioma, que vuelco me dio el corazón y no se si hice bien pero no pude evitar devolverle el abrazo, fue algo instintivo y pienso que ese día, esa preciosa niña tuvo otra muestra de los millones y millones de abrazos que le espera). El abrazo de esa niña hizo que Anna se pusiera en alerta y se viniera hacia mí, a partir de ahí empezó a jugar con nosotros, incluso me cepilló el pelo y luego dejó que yo le peinase también. Yo estaba eufórica, jugando a las peluqueras con mi pequeña, era todo un sueño incluso se atrevio a pronunciar el nombre de su papa, imaginaros que emoción.
Francisco Vladimir, a diferencia de Anna que aunque jugaba y se divertía estaba en alerta, el se dejó hacer todos los mimos y arrumacos que nos apetecía y lo mejor de todo, disfrutaba enormemente con cada uno de ellos.
Las dos horas pasaron volando, habíamos roto la barrera del sueño y queríamos más, pero tendríamos que esperar al día siguiente, que serían dos visitas, mañana y tarde.  
Ese día tubo otro momento que jamás podremos olvidar, cuando nos dijeron que podíamos decirles que eran hermanos, aunque ellos no podían saber el alcance de esa palabra, su padre y yo desde ese día y hasta el final de nuestras vidas velaremos para que esa unión sea cada día más y más fuerte e imprescindible para ellos.

jueves, 15 de enero de 2015

31 de Mayo: comienza el viaje de nuestras vidas

Tal como escribía ayer, el 7 de Mayo vimos por primera vez las caritas de nuestros dos tesoros y de ellas se desprendía que eran todo vitalidad.
Jamás olvidaremos esa feria, todo eran brindis y felicitaciones, así que el lunes 12 nos pusimos manos a la obra y a empezar con la lista de tareas a realizar para el viaje, los regalitos a sus cuidadoras y a los demás niños y por supuesto queríamos llevarles algo para que pudieran recordar que ya tenían un Папа и una мама, que  en España estaban preparando todo para llevarles con ellos, así que nos decidimos por unos cojines pequeñitos, en forma de corazón, con una foto de los 4, así cada día al dormir sabrían que tenían unos papas (tengo que decir que fue idea de mi marido y desde luego que acertó).
Visitamos a una pediatra que nos recomendaron para enseñarles los informes y fotos y de nuevo todo eran buenas noticias.
El viernes 30 por la noche, para que no faltara de nada, una boda a la que debíamos asistir por la relación con los novios y toda la familia, pero no nos importaba, es más nos ayudaría a distraernos y a sobrellevar los nervios.
El 31 de Mayo emprendíamos nuestro viaje y a pesar de las 14 horas de escala que nos esperaban en Moscu y las 35 de viaje que teníamos por delante, estábamos eufóricos.
El viaje transcurrió perfectamente, todo tal como nos lo indicaron en la ECAI, salvo una pequeña reacción alérgica causada por tantas horas encerrada en los distintos aeropuertos y aviones, además de los nervios pertinentes.







Unas horas antes de que pusiéramos rumbo a Chitá, se reunió con nosotros Nadia, la persona que nos acompañaría el resto del viaje y sería nuestra traductora. Solo tenemos palabras de agradecimiento para ella, porque nos hizo el viaje muy ameno y a pesar de ser una señora mayor era divertidísima y muy interesante, congeniamos los tres desde el primer instante, nos contó montones de anécdotas y lo pasamos muy bien con ella todos los días que estuvimos en nuestra nueva ciudad, ¿quien dijo que los rusos son fríos? jajaja seguro que no conocen a Nadia, es un sol.

35 horas de viaje y una vez llegamos a Chitá empezaron las carreras, que ni que decir tiene, que estábamos encantados, pero necesitábamos una ducha antes de conocer a nuestros hijos, no queríamos asustarlos, así que batimos todos los récord; en 30 minutos, nos medio instalamos en la habitación, sacamos lo imprescindible de la maleta, una ducha y vuelta al coche para ir a la casa cuna que estaba a unos 40 minutos de Chitá.

Mañana, escribiré una entrada sobre el momento más deseado, el encuentro.

miércoles, 14 de enero de 2015

El principio

Miércoles 14 de Enero de 2015

Nuestra historia empezó hace ya mucho tiempo, sin embargo hasta ahora no me he decidido a escribir, ¿y por qué ahora? quizás porque la espera cada vez se hace más difícil, quizás porque me sentía en deuda con otras familias que empiezan ahora el camino y que cómo yo busca constantemente las experiencias de otras personas que pasan o sienten las mismas angustias e incertidumbres.

Me gustaría empezar agradeciendo la ayuda que ha supuesto leer blogs como el tarro de la paciencia (fue mi primer descubrimiento) o nuestra historia de adopción (es un referente) y otros tantos que sigo.

Os hago un resumen de cuando tomamos la mejor decisión de nuestra vida,

Julio 2010: nos confirman que no podemos ser papas biológicos, nosotros desde el primer momento rechazamos cualquier tratamiento, sabíamos que queríamos ser padres pero decidimos que nuestro camino era la adopción, que si Dios había decidido que ocurriera así sería porque nos reservaba algo muy especial.

Noviembre 2010: vamos a una reunión informativa sobre la adopción y presentamos la documentación.

Febrero 2011: cursos de preparación.

Abril 2011: entrevistas, visita de la trabajadora social y valoración. Primer tropiezo, no eramos idóneos en ese momento,

Si a alguien le ocurre, le animo a seguir adelante, en ese momento yo tampoco lo entendí, pero el tiempo y la firmeza hace que todo se supere y que comprendas los argumentos que en esos momentos te parecieron absurdo. Hoy se que tenían razón, que todo en la vida tiene su tiempo. Nos indicaron que dejaban nuestro expediente en suspenso y que trabajáramos durante un tiempo en aspectos como el duelo de la noticia de la infertilidad. Después de las lagrimas tocaba reponerse, levantarse y trabajar por lo que más deseábamos, que era formar nuestra familia.

Diciembre 2011: tras varios meses haciendo terapia forzamos una segunda valoración. Segundo tropiezo, seguimos sin ser idóneos.

Esta vez, aunque nos dolió en el alma, entendimos mejor los argumentos, estábamos más cerca y así nos lo indicaron y valoraron positivamente nuestro esfuerzo, así que continuamos en nuestro trabajo para superar el duelo.

Marzo 2012: llamada de Eulen y cita para Mayo.

7 de Mayo 2012: Idóneos para un grupo de 2 hermanos. Nos parecía mentira, primer paso recorrido, ni siquiera ya me acordaba que nos había costado más de un año, simplemente me repetía una y otra vez, mis hijos aun no estaban listos para adoptar a sus papis.

Como decía, ahora comprendo la importancia de ese tiempo, Francisco y yo empezamos a sacar tiempo donde antes nos parecía imposible, hasta ese momento lo primero era el trabajo, a partir de ahí algo cambió en nosotros y nuestra prioridad ya eran nuestros hijos, esos que esperábamos conocer y que nos dieran la oportunidad de ser sus padres.

25 de Julio 2012: Firma con creixer junts, la decisión estaba tomada.

Septiembre 2012: nuestro expediente viaja hacia tierras rusas.

17 de Abril 2013: recibimos un correo de la ECAI donde nos informa que nuestro expediente se registra en Chitá ¿donde esta?!! jajaja, da igual, no hay distancia suficiente para separarnos de nuestros hijos.





7 de Mayo de 2014: la mejor de las noticias, vimos por primera vez la cara de nuestra princesa y nuestro príncipe, no lo podía creer, en el momento más inesperado y no podía dejar de llorar.
Si alguien es de Sevilla, sabrá que ese día era miércoles de Feria, yo tenía trabajo  pero Francisco a las 2 de la tarde había quedado con sus padres para ir a almorzar a la feria y yo me uniría más tarde. Mientras atendía una llamada de teléfono me sonó el móvil y mi hermana que en ese preciso momento andaba junto a mi contestó y cuando termino de hablar me dice, era de Creixer Junts, que no te preocupes que llaman a Francisco, ¡Que no me preocupe! las adopciones están paradas desde Septiembre, voy corriendo a por mi móvil para llamar a Francisco y por la ventana de la oficina vi aparecer su coche y claro me dio un vuelco el corazón, le había pillado conduciendo cerca de mi trabajo y se había vuelto, solo podía significar una cosa TENÍAMOS ASIGNACIÓN. Por supuesto dejamos la feria para la noche, teníamos que disfrutar los dos durante unas horas de la mejor de las noticias.
Anna y Francisco Vladimir desde ese día, ocupan nuestros corazones.

Mañana seguiré contando y dando forma a este blog.