lunes, 26 de enero de 2015

La adopción: una montaña rusa de sentimientos

Esta expresión la escuche por primera vez en la charla informativa de la Delegación y desde ese momento se ha repetido constantemente en todas las formaciones que hemos realizado y en algunos de los muchos blogs que sigo sobre la adopción.

Comprendo que desde fuera dicha expresión parezca exagerada, porque a decir verdad a mí las primeras veces también me lo parecía, yo pensaba "hemos empezado este proceso por voluntad propia a pesar de lo crudo que nos lo describieron, así que estamos preparado para soportar lo venga y no nos cogerá por sorpresa". Ahora me doy cuenta lo ilusa que era, ahora conozco la presión que supone levantarte cada día preguntándote ¿será hoy el día que recibamos la llamada?.

Hasta un simple correo o llamada indicando que no hay nuevas noticias es motivo de aliento, suficiente para coger fuerzas durante otra temporada, vuelves a posicionarte en el camino y hace que veas más cerca el reunirte con tus hijos.

Dentro de esta montaña rusa que supone un proceso de adopción, pienso que hay dos niveles, el de antes de la asignación y otro muy potente, en el que te subes cuando conoces a tus hijos y del que es imposible bajar. En el viaje de asignación se encuentran y conviven dos sentimientos muy fuertes, la inmensa alegría por conocer a tus hijos y la extrema tristeza por volverte sin ellos.

Estando en el aeropuerto durante el viaje de vuelta ya me albergaba un sentimiento de vacío, ya echaba de menos a mis dos tesoros, sabía que empezaba el recorrido más duro, la pendiente más alta pero jamás pensamos que sería tan difícil de llevar.

Hace unas semanas la ECAI nos envió el informe médico de 2014 de Anna. Recibes el correo y comienza la cuesta arriba de la montaña, el subidón, por fin alguna noticia y la imaginación empieza a volar y piensas ¿significará que la fecha del juicio se acerca?. Después empiezas a leer el informe y te tranquilizas porque no hay nada de gravedad pero luego llegas a un párrafo donde explican que hace 6 meses estuvo más de un mes ingresada en el hospital y comienza la bajada en picado de la montaña, ¡más de un mes en el hospital! ¿alguien se puede imaginar la sensación que se siente al saber que tu hija estuvo en el hospital y no contaba con la presencia de sus padres para poder acompañarla y cuidarla?, desde que recibí ese correo no dejo de pensar en lo que yo hacía por aquellos días, en sufrir al pensar que estaba aquí tranquilamente mientras ella estaba en el hospital.

Se agradecen enormemente las muestras de ánimo, los esfuerzos de familia y amigos por hacer más fácil el camino, pero ya estamos en ese punto en el que solo nos puede consolar reunirnos con nuestros hijos.

Y mientras rezamos para que sean felices, para que no se sientan abandonados por esas dos personas que los visitaron, llevaron regalos y abrazaron durante tres días e incluso pedimos que nos hayan olvidado si es lo mejor para ellos, porque ya recompondremos esta historia cuando volvamos a encontrarnos y entonces lo haremos juntos, los cuatro, sin distancia de por medio.








  

6 comentarios:

  1. Hola Raquel: Me he leído las entradas de tu blog de un tirón. Como te he comentado en mi blog, ¡Con optimismo! Hay que guardar fuerzas para lo que nos espera, ya tendremos tiempo para ir liberando esa fuerza poco a poco. Mucho ánimo. ¿Podéis comunicaros con ellos a través de Skype?

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    1. Buenos días Roberto, muchas gracias por los ánimos y desgraciadamente no podemos comunicarnos por Skype, simplemente podemos enviarles una carta cada mes porque la jueza quiere que mantengamos así el vinculo. Espero que muy pronto tengáis asignación.

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  2. Hola Raquel: Me he leído las entradas de tu blog de un tirón. Como te he comentado en mi blog, ¡Con optimismo! Hay que guardar fuerzas para lo que nos espera, ya tendremos tiempo para ir liberando esa fuerza poco a poco. Mucho ánimo. ¿Podéis comunicaros con ellos a través de Skype?

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  3. Buenas tardes Raquel, he descubierto hoy tu blog y me has emocionado con los encuentros. ¡Mucho ánimo! Nosotros estamos empezando aún pero a vosotros ya os queda poco para el final. Un saludo

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  4. Hola María José, yo sigo tu blog desde hace unos días, gracias por los ánimos e igualmente. Esto es difícil pero seguro que todos lograremos reunirnos con nuestros hijo. Saludos,

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    1. ¡Hola! No lo sabía, hasta hoy no he visto que me seguías pero ¡¡muchas gracias!! Y tranquila que todos lo conseguiremos, no sabes la envidia que me das al ver lo poco que te queda :-)

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