La distancia la mide el corazón

Desde hace un tiempo estaba antojadísima por un globo terráqueo, además de traerme recuerdos de mi infancia se me antojaba muy útil para mostrarles a mis pequeños su país y que casi como un juego hablásemos de sus orígenes.

Creo que todas las herramientas de las que nos podamos servir para hacer de la adopción un tema natural, cotidianos, nos facilitará la relación con nuestros hijos y lo que aún es más importante, que gracias a esa aptitud podamos ir vaciando esa mochila pesada que traen a sus espaldas.

Pues bien, hace un par de sábados, vi uno en casa de Joaquin y Carmina, los padrinos de Anna, y le comente a Francisco lo buena idea que sería poner uno en la habitación de los niños y ahí quedo todo.

Ayer, cuando volvíamos a casa nos avisaron que tenían que vernos para dejarnos una cosita y claro, ellos se habían encargado de que el antojo se convirtiera en deseo cumplido. La verdad es que me hizo tanta ilusión ... tanto el globo que se ilumina lleno de dibujos y dónde por supuesto aparece Chitá, como el mensaje que más tarde nos enviaron "En ese mapa las distancias se ven muy pequeñas, para que os acordéis de lo cerquita que están ya"

Siempre me había dado un poco de coraje la típica frase de "cuando tengas hijos lo entenderá" y resulta que si, que ya lo entiendo y que ni siquiera ya me da tanto coraje jajaja

Sinceramente, me emociona tanto que nuestros hijos sean tan queridos por los amigos. Se que la elección de los padrinos no ha podido ser más acertada.

Gracias a todos ellos por hacernos más fácil la espera.