La base de datos

Aunque la recomendación de la ECAI es no consultar la famosa base de datos de niños rusos adoptables, a mí desde el principio me resultó imposible no hacerlo, de hecho las poquísimas noticias gráficas que he tenido de los niños han sido a través de esta, ya que un par de veces al año renuevan la foto y nos permiten ver sus cambios.

Tengo que reconocer, que también nos ha causado algún que otro susto, por ejemplo, en Febrero Francisco Vladimir desapareció de la misma y nos temimos que hubiesen separado a los hermanos y lo hubiesen dado en adopción a otra familia. La angustia fue insoportable hasta que nos confirmaron que simplemente se trataba de un error.

A mi juicio, merece la pena consultarla, simplemente por ver una nueva foto de mis pequeños, aunque se den sentimientos encontrados, como la alegría de ver su carita y la pena porque aún no estén disfrutando de su nueva vida.

Hace un mes vimos una nueva foto de nuestro pequeño Vova, que resulta que ya no es tan bebe como cuando le conocimos pero sigue manteniendo esa mirada de ángel y el miércoles, le tocó el turno de cambio de foto a Anna. ¡Que gracia me hizo!, llevaba su vestido rosa, del que tanto presumía el último día que la visitamos. Hace ya casi un año que estuvimos con ella y el vestido le quedaba prácticamente igual, así que me puedo hacer una idea, eso de engordar no va mucho con ella. Ya nos lo advirtieron en la casa cuna, no le gusta ni dormir ni comer, así que me empiezo a preparar para lo que viene. Sin embargo, su hermano todo lo contrario, no hay juego ni persona suficientemente interesante para hacerle retrasar la hora de comer, escuchaba esa palabra de su cuidadora y dejaba todo para cuadrarse e irse junto a ella.

Me parece increíble que 3 días den lugar a tantos y tantos recuerdos y que se pueda añorar esos días más que nada en el mundo.