martes, 25 de agosto de 2015

Esperando una llamada

Aunque nos ha sentado muy bien el descanso, la playa y la compañía, lo cierto es que cada día nos hemos acordados de nuestros niños, nos imaginábamos jugando con ellos en la orilla o haciendo castillos de arena.

No he podido dejar de sentir angustia al pensar que esa imagen la soñamos desde hace años, pensando ¡el próximo año si que sí!, incluso lo claro que lo teníamos el pasado verano, cuando ya los conocíamos y habíamos podido abrazarles. Entonces esperábamos impaciente el mes de Septiembre para que los juicios se reanudaran.

Ahora, un año después, estamos esperando una llamada con una fecha de un viaje para volverlos a ver y aunque estamos deseándolo, me produce una ansiedad terrible el hecho de el reencuentro, no saber si prefiero el dolor de que no nos recuerden o el dolor de hacerles de nuevo una promesa de volverlos a buscar sin tener una fecha exacta.

Solo deseamos que en el futuro puedan entender esta espera y que hayamos podido suplir estos años de carencias afectivas con creces, porque haremos lo posible y lo imposible.

A pesar de la distancia ellos son el centro de nuestra vida.




6 comentarios:

  1. No te quepa duda que, con el tiempo, ellos lo entenderán y sabrán todo lo que habéis luchado por tenerlos a vuestro lado. Muchos ánimos y verás que pronto se produce el dulce reencuentro. Un beso

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    1. Gracias Mariajo, por tener siempre palabras de ánimo.

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  2. Así me gusta Raquel!!!!Lo posible y lo imposible!!!! Esa madre coraje que sigue ahí, dando la vida por sus hijos!!!! Seguro que todo irá bien y pronto estáis allí....y esa ansiedad se convierte en felicidad...porque con solo una mirada...se olvida lo malo!!! Un besote

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    1. Gracias Belen, pienso mucho en lo que me dices y lo felices que estáis, ojala muy pronto yo y otras tanta familias podamos estar en la misma situación.

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  3. Hola querida, ya me imagino tu martirio. Ahora que hemos trabajado en la casa hogar mi esposo y yo, nos hemos encariñado con 2 niños que han regresado a vivir con sus padres, yo sigo orando por ellos siento una angustia aveces si estarán bien o no. Si los cuidarán, arroparan etc, ya me imagino mas ustedes que ya conocen a sus hijos y están lejos y tienen que esperar. Pero parte de ser madre es ser fuerte y yo se que tendrán la fortaleza para esperar y buscar lo mejor para los pequeños. Esperemos este año si sea el bueno te mando un abrazo fuerte.

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    1. Gracias Carolina, me reconfortan tus mensajes. Y admiro muchísimos la labor que desempeñáis tu marido y tú. Estáis haciendo mucho bien.

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